El reto de la transformación digital

Ivan Vaqué, CEO de FORCADELL, reflexiona sobre la transformación digital y cómo abordarla para seguir mejorando y respondiendo a las necesidades del cliente.

La palabra digitalización a menudo se confunde con el simple hecho de trasladar tareas del papel al ordenador, pero la digitalización real implica una transformación profunda de los procesos y flujos de trabajo. La clave no es solo aplicar tecnología, sino transformar cómo se realiza el trabajo y, aún más importante, cómo las personas se adaptan a estos cambios.

Esta es la parte más difícil del proceso: la transformación de las personas, ya que, de forma natural, tendemos a resistirnos al cambio. La tecnología avanza muy rápidamente, pero las personas cambiamos mucho más lentamente. En mi opinión, la palabra clave no es “digital”, sino “transformación”. Y esta transformación es el mayor reto.

La transformación digital comienza con pequeñas acciones

En FORCADELL hemos logrado algunas mejoras tecnológicas importantes que han tenido un impacto positivo; incluso mejoras pequeñas han sido muy efectivas y con un gran impacto.

Por ejemplo, la digitalización documental con sistemas OCR (reconocimiento óptico de caracteres), que nos permitió reducir el tiempo de gestión de liquidaciones de tres días a tres horas. Otros avances incluyen la firma digital, la migración de servidores y centralitas a la nube y el uso de herramientas para videoconferencias. Son cambios rápidos de implementar, con un coste relativamente bajo y un retorno inmediato. Por ejemplo, la mejora en el tiempo de procesamiento y en el ahorro de materiales (papel, consumibles, etc.) ha sido inmediata.

No obstante, también estamos trabajando en proyectos más ambiciosos, como por ejemplo, la adopción de nuevos CRMs con IA, la creación de servicios digitales y la implementación de software para optimizar flujos de trabajo. Estos proyectos requieren una inversión de tiempo y recursos mucho mayor, con resultados a más largo plazo.

Cabe decir que la transformación digital, para mí, comienza con acciones pequeñas y tangibles que sean fáciles de implementar y ofrezcan resultados rápidos. Estas pequeñas mejoras no solo transforman procesos, sino que ayudan a las personas a superar la resistencia al cambio y las preparan para proyectos más grandes y disruptivos.

La importancia del análisis de datos

Hoy en día, es evidente que los datos son uno de los activos más importantes de cualquier empresa. La correcta gestión de estos datos puede ayudar mucho a ofrecer un mejor servicio inmobiliario a los clientes y garantizar la fluidez de los procesos.

Este análisis puede ayudar a realizar un seguimiento de los costes y evaluar la productividad de nuestras operaciones. A través de indicadores clave y comparativas de resultados, podemos identificar áreas de mejora y tomar decisiones informadas. También nos permite identificar cuellos de botella en procesos como la gestión de incidencias, mejorando la capacidad de respuesta y el servicio ofrecido. En relación a esto, en FORCADELL estamos trabajando intensamente en desarrollar cuadros de mando sencillos que ofrezcan una visión clara y en tiempo real de datos clave, como el tiempo de resolución de incidencias, para poder realizar un seguimiento del servicio al cliente.

Más allá de eso, es importante resaltar que los datos son la base de nuestra toma de decisiones actual, pero también juegan un papel fundamental en la preparación del futuro. En el presente, nos ayudan a mejorar la segmentación de clientes, optimizar procesos y ajustar la estrategia comercial. En un futuro cercano, con la aplicación de herramientas de inteligencia artificial, podremos utilizar los datos para realizar predicciones más precisas, eliminando hipótesis y mejorando aún más la toma de decisiones y la oferta propuesta al cliente.

Aunque aún estamos trabajando en ello, la experiencia de FORCADELL nos confirma que el análisis de datos es uno de los pilares esenciales para la transformación y el crecimiento.