Tendencias y actualidad

El modelo comercial de Barcelona

Barcelona es una ciudad atractiva para negocios, marcas y emprendedores, y se está consolidando como centro europeo para la creación de empresas. Además, destaca la instalación de clusters de empresas en sectores líderes, como las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la biotecnología, la energía, el diseño, etc. A esto cabe sumar un potente comercio tradicional, ofreciendo un modelo de negocio integral, complementario y transversal.

En este marco, la situación actual del mercado de locales en Barcelona es buena, estable, en crecimiento y recuperada totalmente de la sacudida de la pandemia, sin apenas notar la irrupción del comercio electrónico. El comercio de la ciudad ha demostrado su resiliencia, y cuando se dejó atrás la crisis sanitaria, casi todos los locales que habían quedado vacíos van subiendo persianos con nuevos negocios. Las tiendas de souvenirs pasarán el testimonio a firmes de moda o restauración, que paulatinamente recuperarán los planes de expansión.

Asimismo, la demanda de grandes marcas en zonas prime de la Ciudad Condal y los principales ejes comerciales de Barcelona se han mantenido estables. Otros factores que han contribuido son la irrupción de marcas buscando instalar flagships y primeras tiendas, así como la voluntad de marcas ya establecidas de seguir abriendo puntos de venta e incluso ampliar superficie comercial con los locales colindantes.

Densidad de comercios y proximidad

Analizando el modelo comercial de Barcelona, se caracteriza por una elevada densidad, con más de 1.000 locales/km2, donde predomina el mantenimiento de locales en planta baja, extendidos por toda la ciudad, combinados con otros usos en altura (residencia, oficina , etc.). En ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia, más del 80% de los edificios residenciales poseen bajos comerciales que pueden determinar el valor de toda la finca.

Este planteamiento favorece la multicentralidad y la proximidad comercial. Sin embargo, el inconveniente es que Barcelona puede encontrar dificultades para llenar todos los locales comerciales, especialmente en las áreas periféricas, lo que hace que, de media, la ocupación comercial pueda ser más baja, como ocurre también en Bilbao. Actualmente, la ocupación de locales, a pesar del efecto pandemia, sigue siendo notable (IATC 81,65); y si bien el número de locales cerrados puede parecer excesivo (14.037 locales cerrados), en realidad no lo es, si se tiene en cuenta que el umbral del desempleo excesivo está por debajo del 80% de empleo.

El mapa comercial de Barcelona muestra una elevada concentración con todo tipo de comercios en el eje central, que va de montaña a mar (Gran de Gracia, Paseo de Gracia, Portal de l'Àngel). Y en Sarrià, junto a la Avenida Diagonal. Lo mismo ocurre en los centros comerciales que bordean la malla urbana (La Isla Diagonal, Maquinista, Diagonal Mar, Maremagnum).

Y, gracias al Eixample, dispone de una verdadera alfombra comercial continua, que se ve reforzada, por la oferta de Sarrià, Sant Gervasi y la Vila de Gràcia, al norte, de Ciutat Vella, al sur, de Sants y Hostafrancs, en el oeste, y de Sant Andreu, en el Oeste.