Tendencias y actualidad

El valor de las certificaciones de sostenibilidad en el sector inmobiliario

La sostenibilidad no es una opción sino una necesidad. En el sector inmobiliario, este compromiso con el medio ambiente se refleja de maneras diversas, una de ellas es el impulso de certificaciones de sostenibilidad.

Estas certificaciones avalan que el activo cumple con los estándares marcados para minimizar su impacto medioambiental, racionalizar el uso de los recursos y verificar el bienestar para las personas que harán uso del mismo. De este modo, las certificaciones de sostenibilidad aseguran que los proyectos inmobiliarios cumplan con estándares relacionados con áreas como eficiencia energética, uso responsable de agua y materiales, calidad del aire interior, bienestar y salud de los ocupantes y la reducción de emisiones de carbono.

Beneficios de los inmuebles sostenibles

Además de tener presente que cada vez más gobiernos y ciudades exigen estándares ambientales que estas certificaciones garantizan, certificar un activo no solo asegura su menor impacto en el entorno, sino que aporta diversos beneficios tanto para propietarios como usuarios, como el incremento de su valor. Algunos de los más destacados son:

Principales certificaciones de sostenibilidad en el sector inmobiliario

LEED (Leadership in Energy and Environmental Design): reconocido internacionalmente, este estándar valida la eficiencia en el uso de recursos y energía de un edificio nuevo o existente.

BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method): certificado de construcción sostenible desarrollado por la organización BRE Global de Reino Unido. Comenzó a comercializarse en los años 90. Tanto para inmuebles de uso comercial como residencial, desde 2010 está adaptado al idioma, la normativa y la práctica constructiva en España.

EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies): desarrollada por la Corporación Financiera Internacional (IFC), usada principalmente en la etapa de diseño del edificio con el objetivo de reducir los costes de funcionamiento y su impacto en el medioambiente. Pero también evalúa activos durante la construcción o aquellos inmuebles ya existentes para revisar y, si cabe, mejorar estos indicadores.

WELL: a diferencia de otros certificados que priorizan la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental, WELL está diseñado para mejorar el confort, la salud y la calidad de vida de los ocupantes de un edificio, integrando aspectos físicos, mentales y emocionales.